Ensayo: Palabras
Primero que nada, la comunicación entre nosotros se debe a que muchos se creen muchos habladores y otros muy retraídos. Primero, que la comunicación es una acción por donde se comunican dos o más personas o sin nadie, no necesariamente tiene o debe de existir alguien, hoy día las redes sociales interceptan tantas cosas que casi con nadie se puede comunicar hoy día, porque te responden o te contestan de tal forma que queda toda la comunicación en una mala irrespetuosidad. Las palabras de hoy día son un exotérico ramplón en el mal desenlace final de una total y buena comunicación. La comunicación debe de existir, primeramente el respeto, segundo, la honestidad y la necesidad de hablar con tal situación a representar. Si existen tres o más educaciones, (las cuales, son las que te dan tus padres, la que te dan tus maestros y la que te das a tí mismo), existe también la manera de hablar tanto vulgar, culto, y con la jerga o argot que quieras representar en tu dicción, tanto profesional o no.
Segundo, que la buena comunicación no es aquella que se expresa con palabras bonitas sino con respeto y con decencia, saber que la comunicación es autónoma de cada quién, como si fuera un ramplón de vocabularios sin ser exentos o no. Cuando en el embate de creer en la imposibilidad del superflúo de la comunicación, si la retroalimentación de un ser humano es la libertad en palabras. Cuando en el desenlace o final de un todo, se da como lo efímero de un primer dolor de cabeza, cuando quizás no sea inteligible o entendible en razones jurídicas las palabras de ese ser humano, con el cual, te estás comunicando. Salta la página, o enreda más la comunicación. Cuando las ideas y las palabras se las da al ser humano con la vida misma por vivir y nada más por vivir.
La comunicación se da como la forma más clara, concisa y casi perfecta y que se pueda dejar entender entre dos o más personas, las cuales, se adiestra en la formación para hallar la mejor forma de comunicación, pero, existen contradicciones, deformaciones, y sin tener un intelecto adecuado con la persona, a la cual, te estás comunicando. Las palabras, ¡ay, de las palabras!, raras, perfectas o imperfectas, o hasta el analfabetismo existe, pero, las palabras son la necesidad de hablar, o como expresan los salmos en la Biblia, quédate callado y serás más inteligente que nadie. Y si no abres la boca no entran moscas, las cuales, metes la pata y te dejas acabar por la razón inalterada de espantos cuando escuchas a alguien sin clase ni con tanta educación igual que la que cree usted tener.
Tercero, que la perfecta comunicación no es aquella que se expresa con cada lectura, porque si lees sabrás que has de tener excelente comunicación y con un excelente vocabulario para tu reserva, pero, ni aún así, podrás hallar la mejor forma de hablar y de expresarte. Las palabras, ¡ay, de las palabras!, que se expresan de tal forma que no las entiendes o no existen en el diccionario. Habla como tu prefieras, y si fallas en la forma de ser entendible fallarás en la vida en algo más imperfecto que es la falta en sobrevivir al querer hablar de tal forma adecuada. Sólo habla o calla, no hay más salida que la que te das a tí mismo, y buscando la forma de hablar y de expresarte sabrás que quedas en un lugar exageradamente inalterado, cuando tratas de ser alguien que no eres. Sé tú mismo, no seas mal agüero, o con un mal de ojo, deja a los demás como tal y quieran ser, no te creas que van a ser como tú quieres, porque o sino eres tú y nadie más que tú.
Cuarto, que la comunicación es una educación, la cual, se perfila cada vez que vas creciendo y obteniendo vocabulario en tu diccionario ambulante que es tu cabeza. Si las palabras nacen como se hacen o dicen no querrás ser más que nadie o que nadie sea usted, porque la vida no es así. Habla o calla o expresa lo que quieras, lo más importante es el respeto que impongas en cada palabra, en cada letra de tu vocabulario y así serás más o mejor que otro peor que usted.