Avanza el reloj a un día de tu partida,
Y el del alma late lentamente,
Por más que me empeño en continuar la vida
Todo lo veo oscuro... se nubla la mente.
Un gran desconsuelo
Agranda la herida.
La casa está triste...
Todo es diferente.
Saberte feliz allá donde moras
no me es suficiente:
Se ha escapado el sueño mi diosa querida
Y, aunque lo procuro, no hay agua en la fuente.