Moriré a tiros
La incomprensión
O el odio
Serán mis verdugos
Pero estoy feliz
El mundo
Y el resollar
Cada vez más implacable
Del uniforme popular
No se detendrán por ello
Espero
Pues
La muerte
Como un nuevo amanecer
Y estoy contento
Muerto de la risa
Desde ahora
En las calles sigo disfrutando
Mi condición no consumada
De fusil errante
Ahora tendré tiempo de volver
Con todo
A discutir el día
Y la luz
Que invierte los hilos represivos
No se apagará en sí misma
Cuando –en gran parte—
Sino de una vez y para siempre
El mundo está apenas por hacerse.