Planeta Furia.-
Se siente el oxígeno transmutado en veneno,
por grandes monopolios capitalistas
dueños junto con nuestra complicidad
de la pureza de un mundo sano,
privatizándolo hasta la raíz.
Donde el beneficio se ve en las ganancias,
y la inutilidad de soldaditos forrados en papel verde
adornan sus patéticas vidas con olor a metal dorado,
sólo concibiendo “la sed del oro”.
Cuando el corazón humano duerma
por la insensibilidad que pactó con el poder:
ese que muere al hacer frente a la bondad,
será el fin del asedio y el tormento para esta Tierra violentada,
que resurgirá, sin la peste humana.
GIO.-