Sombras pueden camuflarse
vistiéndolas de colores,
lucirán mucho mejores
al momento de mostrarse.
Y en este mundo indecente
desde tiempos muy lejanos,
hay pocos seres humanos
pero abunda el delincuente.
Venimos barranca abajo
así lo dice la historia,
bien recuerda mi memoria
que nos fuimos al carajo.
Las victorias obtenidas,
si bien no se desmerecen,
poco luce lo que ofrecen
frente a batallas perdidas.
Es que estamos mal paridos
desde los primeros cuentos,
soplados por malos vientos
hacia destinos perdidos.
¿Será veraz profecía
que el hombre se autodestruye,
y todo lo que construye
ataca a la ecología?
¿Y que también la maldad
la llevamos enquistada,
y el bueno no logra nada
terminando en soledad?
¿Que este mundo interesado
nos lleva por su pendiente,
y hasta el más noble y decente
se convierte en un malvado?
Destruir es feroz rutina
esa es la única razón,
y no influye el corazón
pues la mente lo domina.
No creo que en lo futuro
se arregle la humanidad,
pues no existe la bondad
es sólo interés oscuro.
Finalmente no vacilo
en sentenciar con enojo:
¡Poned barbas en remojo
… la guadaña va sin filo!
Jorge Horacio Richino
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