VIDA SIN ALMA
En las tristezas de mis recuerdos
Yace la brisa de un alma ausente
Que fue muriendo poco a poco
Hasta brindar la mueca de la muerte
Se fue opacando en sus destellos
Con el débil color de su aroma
Como si pretendiera con ello
Borrar hasta el verbo que la nombra
Se fue ahuyentando de su centro
Como las olas cuando besan la playa
Llevándose en sus cresta el nacimiento
Que encarna la esencia de su alma
Una alma que ya no sueña
Y se sumerge en profundo silencio
En un mar que de ella se adueña
Para limpiar escombros y sedimentos
Hoy se consume en propios despojos
Descomponiendo hasta su pura esencia
Entre oscilaciones y abrojos
La permanencia del alma se ausenta
No vive, el alma porque está muerta
Yace en el fondo de su amargura
Postrada, luciendo como inserta
En la lápida, que marca su tumba