Mi auto estima está por el suelo,
mi capacidad mental no está conmigo,
una fuerte depresión me gobierna,
trastornado y a punto de enloquecer,
me paré frente al espejo de mi vida,
renegué de mi deteriorada autoestima,
y le pregunté con odio irreconciliable:
¿No me soportas?
Y le disparé certero al corazón
y ni siquiera se inmutó.
Decepcionado le pregunté:
¿Por qué no te quebraste?
en mí afloró una fuerte decepción,
y observé cómo de mi angustia
se apoderaba la desesperación.
Y de ese desespero,
mi reflejo afloró,
aun con la mirada perdida en el desconcierto;
Me dijo:
\"Yo soy tu diabólica creación,
y aunque trates de eliminarte.
Vivirás hasta cuando yo te lo permita,
miserable infeliz\"