Tú, que eres luz en la oscuridad,
dotas de sombras bellas la noche,
y vas jugando con lejanas nubes
mientras me guías por los senderos,
para que mi alma te bendiga y ame,
oculta veloz tu lámpara inoportuna...
en las noches deliciosas de mis sueños.
En noches de ilusiones muertas,
ahoga el grito de mi dolor
continua tu caminar lento,
no te detenga al verme rendido
déjame con mi dolor a solas.
Tu que con tu belleza al poeta enardeces
sobre los campos y las hermosas flores
más no ofendas insensible a un pecho
para aquel que no tiene consuelo alguno
déjame llorar, vete y no me alumbres más.