Mientras la silente noche
arropa con su oscuro manto la ciudad entera,
la casa está vacía,
el lecho frío …
Extraño tu cuerpo tibio, aunque lejano,
extraño tu presencia y compañía;
pero admito que fue sólo ensueño,
creer que vos también así sentías.
qué fue de esa ilusión temprana
de amarnos para siempre en esta vida?
fui sólo yo la que alentó esperanzas,
ciega de amor, dándote todo y más,
de mi existencia plena.
Pero tu naturaleza errante y embustera
te llevó a otros lechos y a otros cuerpos,
llenando tus vacíos sentimientos,
conformados sólo de frialdad y de falsía.
Hay momentos en el día en que tu ausencia
desgarra mis entrañas,
atrae a mí tristeza y desencanto …
más en mi alma late la esencia
de mujer fuerte y aguerrida.
Renaceré de mis cenizas,
como el ave fénix,
y un día no lejano alzaré vuelo
con sonrisas, luz, brillo … y olvido .