Un amor brinda alegrías
como también da tristezas,
pues no todo son grandezas
dentro de una relación
y aunque en ella haya pasión
no han de faltar las bajezas.
Al fin y al cabo en la vida
no habrá ser inmaculado
que no cometa pecado
quizás sin maldad alguna,
sin que la mala fortuna
deje al otro mal parado.
Lo veo de esta manera
de acuerdo con mi experiencia,
al notar poca conciencia
en gran cantidad de gente
con instinto muy ferviente
pero poca inteligencia.
Y así se viven amores
entre penas y alegrías,
que en el correr de los días
se alivian de tal dolor,
tomando un nuevo color
las tristezas que sentías.
Y esto si el amor es fuerte
pues no en todas ocasiones
se cumplen estas acciones
de llevar todo adelante,
pues no hay orgullo que aguante
si hay engaños a montones.
Jorge Horacio Richino
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