Cuídate, la noche aprieta
entre los bordes con ojos
celando el aroma lívido,
las puertas se cierran atrás
con roble seguro ,
entre multitudes las sombras
llevan caminos clandestinos,
tu voz clara, tus labios
cerezos llaman
los peligros.
Tus lágrimas en el frío
hacen una calle sin vínculo
sobre la tumba del corazón,
entre la verdad y la mentira
no me encuentro,
y los sueños rondan
pastizales renuentes,
en silencio afloran
tu piel nacarada
entre pétalos de sangre.
Cuídate, el mundo es burbuja
de noches frías,
entre tu calor
el recelo es próximo
a la muerte,
hay energías que
se pierden entre manos
viajeras.
Yo muero,
¿mis virtudes descansan
en calles próximas
a un pastizal errante?
entre tu delicia
la muerte recorre
suspiros agonizantes,
tal vez eres de culto
en las horas cuando
el corazón se arruga,
muero amor de mi vida...