He desnudado mi alma para ti.
La he exhibido, ante tus ojos,
La he descubierto de mis pieles.
Para que conozcas, mi interior.
Mi corazón trabaja, despojado, sin abrigo.
Palpita reclamando, tu piel desnuda.
El paraíso, que puebla, mis prohibiciones.
Tengo muchísimos mimos, para ti.
Ávidos besos, para ser sembrados, en tu piel.
Impetuosas manos, vehementes en recorrer,
Tus blandos, collados, rosados, que emanan tu miel.
Solo invítame, para que te visite con la luna.
…Y estaré a tu puerta.