Caudales de aguas tibias
que desbordan por el deseo,
Dos almas, dos cuerpos;
tú y yo en este mismo sueño.
Respiraciones agitadas
que superan las distancias,
sensaciones arrebatadas
¡qué locura! ¡estoy desarmada!
Espérame amo mío...
contén tus ganas,
no me dejes llegar sola
!Oh! marcaré tu espalda.
Las ansias se adueñaron
y nuestros cuerpos no pudieron controlarse
más tiempo requerían pero...
ellos urgían derramarse,
Ahora, calmados por un momento,
susurrémonos palabras de amor
y relajemos nuestros cuerpos;
cuerpos que ignoraron al pudor.
Hoy enamorados, novios o amantes
el nombre ¡qué más da!
nos encontramos, nos reconocimos.
Bienvenida la felicidad.