Hay huesos cansados que advierten el tiempo
Historias grabadas venciendo lo eterno
Y noches oscuras solapando los miedos
Mañanas que esperan entre luces y dudas
En mi interior se agita un mundo vivido
Sentidos perdidos olvidando los amores
La plenitud de latidos y memorias de niño
En espacios vacíos confinando los sueños
Nada se pierde de mi voz, que ríe y solloza
Condenas de llantos ante espejos de olvido
Ausencias de estrellas en mundos perdidos
Limosnas de afectos, perfidias, alevosías
Pasiones que gritan, en éxtasis y lamento
Hay huesos revividos que advierten el tiempo
Plenitud del alma que es libre, luz en las palabras
Voces que sienten, voces que viven, voces que apasionan
Pájaros sin jaulas, voluntades sin mallas
Hablo de mi y río, hablo de ti y hay dicha
Guardo tu latido preciso, sin estar en tu pecho
Guardo tu humedad que redime, sin estar en tu vientre
Todo está grabado en mí, en mi interior que es tremor y canto
En mi alma y la tuya, que es infinito, manantial y prosa