No hay distancia en el te quiero que te doy todos los días
Cuando de la nada llega tu recuerdo a mi mente.
Si por las noches te extraño, entre sueños me visitas
Sonriente, con tus pequeños ojos iluminados.
El silencio que guardas después de un largo beso
El calor de tus delgados brazos rodeando mi espalda
Y el olor dulce del perfume en tu cuello,
Son los vicios de los que peca mi alma.
Cada día me pregunto hasta dónde llegará mi amor por ti
Si al despertar tu sonrisa es lo primero que extraño
Cada noche me imagino llegar a dormir en tus brazos
Y entregarme por completo a tu cariño.
No hay distancia que separe a mi corazón del tuyo
Ni frío que me quite la ilusión de estar contigo.
Aún que hoy tengo la desgracia de no tenerte conmigo
Sueño con el amanecer que te traiga a mi lado.