Es tarde, estoy cansada,
aburrida y espantada
de tanto verte de lejos
sin siquiera saber nada
de las cosas que te pasan
a las 2 de la mañana.
Es tarde, ya todos duermen
pero prefiero escribir
unos cuantos versos locos
para acordarme de ti.
Es tarde, ya es muy tarde,
estoy sola en la cocina
y me puedo imaginar
las cosas que me propongo
cuando es difícil parar
de escribirte desde siempre
para no sentirme mal.
Es tarde, ya son las 9,
y tendría que dormir,
pero la angustia me ataca
si no me pongo a escribir.
Cada tanto, sin pensarlo
algo se aleja de mí,
vale la pena mirarlo
y describirlo nomás
hasta que los ojos duelan
de tanto y tanto pensar.