Hay ausencias que se llevan demasiado.
Ausencias que dejan el alma vacia y muda.
Ausencias desoladas que ahondan los silencios.
Ausencias abismales, eternas, vulnerables.
Ausencias que sumergen al olvido en lagrimas.
Ausencias que la añoranza no puede entender.
Ausencias que retumban en la llanura y en el pecho.
Ausencias que sangran los muertos recuerdos.
Ausencias vivas, sangrantes, inertes y unicas.
Ausencias asfixiantes en el alma profunda.
Ausencias de corazon; tan sordas como el tiempo y la pena.