La dama de mis sueños, es tan perfecta. Dotada de una hermosura sin igual.
Inevitablemente, es dueña de mis pensamientos. Mi cuerpo es gabán de su perfume.
Ella. Estrella de ensueños. Propicio elixir, que forja mis más anhelados deseos.
Somos soñadores febriles, dos locos apasionados, decididos en concebir sus quimeras,
Aunque no tengamos alas. Levantaremos vuelo, camino a nuestro amor sempiterno.
Bebemos apasionados, nuestras celestiales ambrosias, donde nace el manantial de nuestros sueños.
Si bien, no existen cadenas. Viviría muy feliz, mi condena aprehendido a tu cuerpo.
Lo sujetaría plenamente, estando a la merced de tus caricias.
Hazme tu esclavo. Y te obedezco plenamente, a favor de tu sentir.
Quiero considerar, tus delicadas manos, que deshojen mi cuerpo, sin sacudirlo.
Quiero sentir, calladamente el eco, que me hace merced de tus lisonjas.
La dama que susurra a mis sueños, y me recibe en las mañanas…
…Y ahora que ha extendido sus brazos, ya no puedo escribir más…