Llegas junto con las rafagas frescas de la primavera con aroma a rosas, mientras espero tu llegada en aquel andén.
Llegas junto a un manojo de mariposas.
Con el brillo de sus ojos castaños.
Con una sonrisa dibujada en sus labios.
Llegas acompañada tomada de la mano con la luna.
Me regalas tus versos los cuáles expresas con tus labios cuando me besas...
Llegas con fragancia de las olas.
La suave brisa que como ola acaricia tus pies de arena.
Vienes desde la lejanía dónde el sol con sus últimas ráfagas despide tu sombra esperandote volver a ver al séptimo día.
Llenas la ausencia de los días con tu silueta acariciando el solitario pasillo.
Escribamos entre las sabanas con nuestro cuerpo una nueva historia de pasión y romance que haga deleitar la soledad de estas estrellas opacas.
Rompamos la agonía de los días entré caricias y sangrías.
Impregnar en tu piel una nueva estrofa dedicada al contorno de tu torso desnudo al son de las farolas que iluminan dos amantes que desde hacía unas semanas no se veían.
En éste instante renacieron los sentimientos, murieron las penas y reavivaron las llamas de una pasión que no muere.