Radiante fue la confianza que depositaste.
Inequivocable fue tu veredicto y designio,
más duramente con tu ofrenda esclavizante
odiaste mi fortalecida vulnerabilidad.
Vivir resulta ser más que un compendio.
Con el paso de los años la amada experiencia
y la legitimidad a uno mismo puede liberarte
para ser más tú que nunca, ¡oh, vida!
no permitas el encaje del molde deseado.
Galilea R