Entre sabanas,
el tiempo te deja extenuada,
una inyección, un suero,
arrasa hasta con la palabra,
como una llama
como flama,
se consume
tiembla,
tu cuerpo burbuja,
paz de tu espíritu
caos sin respuestas,
fluye como agua
entre tus dedos,
ese sonido,
te une a todo,
te une a ti,
tu alma…
Cada día
un aprendizaje
cada día, un día más,
así transitas,
tus brazos en oración.
Un torrente
arrasa,
con tus células,
entre luz y sombra,
entre tu amigo... el dolor.
Caminas,
quizás más lento,
amando
el aroma de tu jardín.
Así aprendes,
amarrada al tiempo
y la comunión
con las raíces de una rosa,
con las uvas hambrientas,
con el canto del viento sur,
y tu espíritu, hálito de vida.