Sobre los cristales
la lluvia caía...
con lento compas,
llenando mi alma
de melancolía
y de soledad.
Tal vez tú estés llorando
como yo, tal vez lloraras,
no busques un culpable
somos dos, porque hicimos
un juego de un amor
que era de verdad.
Aquellos amigos
mi tierra y mi gente
los cambié por ti,
y tú no quisiste
saber de mí.
Hoy salió la luna
como cada día,
pero tú no estás.
desde que te fuiste
mi cama está vacía
y vivo en soledad…