En una tierra muy llana
con un sol de maravilla
nació en el día fijado
pequeña y grácil la niña
Las estrellas que brillaban
por la noche la acunaban.
Los esteros y lagunas
sus fulgores regalaban.
Es una niña callada
que entre rezos va creciendo.
La Madre Itatí la mira
y con el Hijo van sintiendo.
Calle el mundo y su ilusión
Estela-Estrella lo sabe
sin palabras, sin razones
tan sólo por intuición
En esta tierra bendita
de llanos, frutos y flores
se abre lleno en sabores
el sí de una vocación.
Allá el Paraná te canta
con melodía sonora
porque sabe que es la hora,
porque salta el corazón
Lluvia de bendiciones
hoy la vida te regala.
Qué bueno encontrarte hermana
y en esta celebración
entregarte con el alma
estos versos de ocasión