La lucha es para quien la siente y para quien la hace sentir. Así como yo habrán muchos y habrán muchas que en estos días de protestas las ganas y el espíritu revolucionario sobrepasa los límites. Soy de esas que en estás épocas la marcha se empieza desde que sales de casa, porque también, quizás como tú, soy una estudiante de a pie, que muchas veces no le alcanza y se sacrifica por ella misma y por todos los que sabe que la pasan muchísimo peor. Los entiendo, y aún más porque en ellos me encuentro. Nos hemos convertido en esos pilares que mueven a todo un pueblo. Los comprendo, los comprendo porque en ellos me veo, porque nos mantiene una visión. Nos dirán idealistas, nos dieran utópicos, pero tenemos una ilusión que nos mantiene unidos, que nos mantiene vivos, una esperanza que nos conmueve el alma por una lucha justa y necesaria. Lo puedes ver, se puede sentir, sal a las calles y analiza: cada voz, cada gesto, cada fuerza, cada detalle, y verás que cada detalles simbolizan un mismo latir. De aquí, el que no entienda nunca nos va hacer desistir, aquí nos morimos por hacer lo necesario para el pueblo. Esta lucha no es momentánea, esto es un proceso largo que se verá reflejado en un futuro, temprano o lejano pero... Aquí siempre hemos de quedarnos, mantienen una fe que nos impulsa a dar todo por el todo.
Orgullo dentro de un encierro de dolor siento por todo los muertos que han dado su vida por un mejor futuro, para un mejor país, son ellos la razón de un posible renacer, ellos mueren de pie es justo para que mañana no se viva de rodillas.
-Caribe García (2021 Cartagena - Colombia)