A.A.S.S (Carrizo)

ARRAIGO AÑEJO

ARRAIGO AÑEJO

En la tierra fértil que, al Castillo altivo

circunda y ensalza, frondosos rosales

revientan sin mengua preciosos capullos

ricos en esencia de amor y fragancia.

En la tierra parda, que en tiempos lejanos

nobleza de hidalgos con sangre regaran,

ofrecen triunfantes a la Madre buena,

a la Madre Santa, y al correr el tiempo

que jamás se para, con amor profundo

de una estirpe noble, de una estirpe honrada,

de una estirpe activa, de nobles amores

florecen capullos que ofrendan gustosos

a la augusta Madre con candor del alma

sin demora alguna con gran selectud.

Al llegar la fecha de rendirle culto

a la Virgen buena, Madre muy amada

ramillete lindo, perfumes y aromas

el favor de un pueblo que adora a la Virgen,

que al tender su manto, con cariño infunde

amor entrañable, con gran comprensión.

De ideas dispares, y en traje de fiesta

cogidos del brazo salen a la calle

y ufanos presumen de sus grandes fiestas

en el gran festejo de esos capullitos

que jamás faltaron, en la fiel Amansa

frutos de las flores de sendos rosales

y estas lindas rosas cual rueda imparable

al paso del tiempo con bondad y amor.

darán nuevos frutos de magnas promesas

que serán las galas, que darán el brillo

a otras muchas fiestas de ofrenda a la Virgen.

Añejas raíces es algo muy suyo,

que todo almanseño consigo conserva,

y al llegar la ofrenda de esta virgen Santa,

sencillas quimeras serán emuladas,

y en compacta unión celebran gozosos

la fiesta de gala y esto lo consigue,

La Reyna pastora, La Madre adorada

Autor: Miguel Sanchez Tornero