NOGAL INMENSO
Recuerdo aquel nogal de la avenida,
arraigado, fértil, de vida clara,
extraer de su tierra, no amparara
custodia, en otro alcorque de crecida.
Árbol robusto, rama grande y erguida,
abundante la sombra que rociara
desde su alta atalaya, él, legara
a toda humanidad bien convencida.
Habitad indeleble de las aves.
Las flores trepadoras, ascendían
en sus enormes ramas que, eran suaves.
Los años de una vida se cumplían.
Fertilidad, riqueza; eran las claves
de gente, que en su entorno convivían.
Vivencias que exponían
por grandes ramas, fuertes, pero suaves,
se ejercía el cortejo de las aves.
Roberto J. Martín