MARDON

AMANECE...

Amanece…

Se va la noche, asomándose magistralmente

el sol que se alarga y brilla magno en el horizonte,

mis pensamientos van hasta donde te encuentras

y se ensalza el día aspirando tu subyugante esencia.

 

Amanece…

El día trae consigo la promesa de ser el más especial,

y solo porque tú te cuelgas espléndido y sin igual

en ese devenir amoroso que me envuelve y arrastra

a ese hechizante paroxismo que me ata y enclaustra.

 

Amanece…    

Y nada temo porque tú me acompañas días tras día;

siempre incansable, lleno de esa chispa que es mi porfía;

el arcano de mis desvelos inacabables y enigmáticos

que llevan en sus entrañas las ansias de mi sopor babélico.