Los días se arrastran como sierpes
dejando un rastro de gélidos olvidos,
el calendario deshoja su ramaje
y alfombra los recuerdos y el camino
de pútrido follaje.
Las noches se eternizan,
Morpheo se demora entre quimeras
y preludios sombríos,
Eolo barre el cielo
Y aulla por las calles tenebrosas
Como un zombi aturdido
Pero hay que hacer camino,
Cargar con la mochila de la vida
Afrontando el destino,
Calzarse bien las botas
Y atarse los cordones y los machos
Sin temer la derrota.
Hay que mirar al frente,
el futuro es un ave migratoria
que se escapa y no vuelve,
un canto de sirena que en las rocas
te reclama impaciente.
¡No te olvides la bota!
el vino es como sangre de tu sangre
si lo bebes con tino,
echa un trago y camina,
Canta, llora, pelea, y alborota
¡No te des por vencido!