De mi fracaso no sueño con ello,
ni tampoco poder tocar el Paraíso,
imprevisto del amor sin ese permiso
y con estas palabras jamás seré bello.
Mezclar toda cadena en cicuta,
y este sol sujeto...y yo sin mi sirena.
Una atadura de lágrimas y pena...,
unir dos almas como comer de la fruta.
¡Menudo disgusto el mío!...
Amarrando un Titanic ya hundido...
...que si lo empalmo como es debido...,
pues todo queda en la mar de lo baldío.
Corro por nudos y vendas sin liberar...
y aquí acabo solo y nada con qué ligar.