Cuidadoso en su vestir resaltando su figura
recorría los pasillos del colegio centenario,
para todos sus alumnos de la lírica un vicario
declamando de los vates sus poemas con soltura.
Don Fernando un hombre docto, un dechado de cultura
enseñaba el humanismo con cortés vocabulario,
demostrando liderazgo de un linaje visionario
incansable especialista de metódica lectura.
Su docencia dejó marca indeleble en corazones
de estudiantes que siguieron por las huellas de su paso
y orgullosos enarbolan de las letras sus blasones
Su discurso matizaba de color el gris ocaso
con su verbo provocaba importantes reflexiones
de seguro hoy las mantiene en los campos del Parnaso.