Ernesto l.

Desde el barco

 

Desesperado  subí al barco
justo al amanecer
abandonando la tierra 
que un día me vio nacer
soltando amarras del puerto
que me dio mucho abrigo
así partí desgarrado
despidiendo al viejo amigo
también vi desde el barco
señales de nunca olvido
alguna mujer llorando
y al menos un enemigo
me alejaba de la costa
las luces ya estaban lejos
que tristeza patria mía
eres ya solo reflejo
adentrándome en el mar
iba una barca paralela
en ella gente sufriendo vi
era mi barca gemela.