Un rumor de cielo
con la luna de ceniza de fondo.
Las lágrimas, la madrugada,
la pereza, las calles,
sucias y grises,
ya casi ocultas, negras.
En el viejo crepúsculo dominan las estrellas, titilantes, austeras
apenas se dejan ver,
demasiado rumor de luna, bostezando sobre el cielo.
La luna brilla y sube,
cae su luz, se mueve, murmura,
y en la vida, el aire, el cielo,
se quedan entre tú y yo.
La felicidad pequeña y súbita
se apodera de la tristeza,
la espanta,
el pecho se desborda,
ato mi corazón con las manos.