Xabier Abando

Luna llena en mi jardín


Ese agudo ciprés, tan machadiano, intenta acariciar la luna llena,
que mil rayos de plata está irradiando   
para alumbrar el cielo, azul apenas,

a muy escasas horas del ocaso.
Sombríos nubarrones la rodean,
si bien la luna entre ellos se abre paso,
gentiles nubes blancas la flanquean

y atenta ella responde con caricias
de luz blanca en su flanco de marfil.
Amplía el cuadro, haciendo las delicias

de cuantos lo contemplan, un jardín
que dos farolas, que a la luna envidian,
alumbran, resaltando su perfil.

Xabier Abando, 26/05/2021

Nota: Bella foto, cortesía de mi amigo Carlos Vela, a quien, muy agradecido, yo dedico este poema.