Le estrecho la mano a mi contrincante, y empezamos a mover las piezas,
primero movemos los peones, luego el caballo
y los alfiles para defender el centro del tablero,
Miro fijamente las piezas
mientras espero que mi oponente termine su apertura
y empecemos a jugar el medio juego,
cuando una gota de sudor corre por mi frente,
al pensar que estrategia es la mejor para poder ganar este juego.
Continúa la partida después de intercambiar peones, caballos y alfiles,
nos quedamos solo con las damas,
y parece que va a acabar el medio juego,
donde no se observa un claro ganador en el medio tiempo,
Al llegar la parte final me levanto y me vuelvo a sentar,
y no dejo de pensar cual será la mejor manera de ganar,
ahora que tengo algo de ventaja material,
Y entonces la partida se iguala otra vez ,
cuando el oponente del frente pareciera concentrado en su forma de jugar,
y gana un peón, lo que me indica que no me puedo descuidar,
al saber que el ajedrez es un juego de intuición y mucho pensar,
Hasta que me doy cuenta que hoy no podre vencer,
pues la posición esta muy difícil para darle jaque al Rey,
por lo que acordamos tablas y me voy a descansar,
quedando en mi mente el deseo de volver a jugar,
y sabiendo que el ajedrez es un juego de mucho analisis y estudiar,
que nos ayuda a crecer en este mundo lleno de intelectualidad.