En el rincón de una vivienda sola y fría Tan fría como la soledad
encontré una rosa
ya con sus hojas marchitas y sus pétalos casi muerto
tan muerto como yo tenia mi alma
Me senté a su lado y empecé a llorar
Con lágrimas de dolor y tristeza
Recuerdo que mis lágrimas llegaron sobre aquella rosa
y ella aun casi muerta levanto sus hojas para secar mis lágrimas
yo sorprendido empecé a suspirar con un nudo en la garganta le dije
tu mi linda rosa que me has dado un aliento de vida
ten entrego mi corazón para que no mueras
y sangre para circule por tus venas
hay fue donde viví mi mayor experiencia ella me respondió
No quiero tu corazón para vivir solo necesitaba unas gotas de amor
y me las diste cuando tus lágrimas se derramaron sobre mi
llenas de sentimientos
tan llenas de sentimiento que sentí que por ti debía vivir