Hay instantes
que se precipitan
a la orilla de las pestañas
desbordando olas de mar
saladas,
desflorando emociones
en los acantilados profundos
de un ahora.
Robando latidos
en los porqué de un adiós
bajo los cielos de un infinito beso.
Hay instantes
que fluyen intensos
como ríos
en el incesante galopar
de los vientos,
que sutiles derraman su huella
en el agridulce pasar del tiempo.
Hay instantes que se revelan
en el fugaz y punzante espejo de la mirada
sobrecogiendo el alma en abrazos
sucumbiendo la piel en sollozos.
Hay instantes
que traspasan el corazón
edificando templos
derrumbando montañas…
Hay trozos de uno mismo
que la vida lleva consigo
que jamás regresan.
Hay trozos de uno mismo
que permanecen juveniles
indestructibles, pasionales…
Hay trozos de uno mismo
que retornan a esos instantes
dando vida a lo que una vez…
Fue olvido.
Mo Anam Cara
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