LS9

Colombia arde

Lamentablemente parece 
que las desapariciones
son lo único que no desaparece.
Ellas conservan su vida
porque son hermanas de la muerte

y mientras Duque sonríe 
el llanto de la tierra crece
y fluye por ríos y montañas.
Llueve otra vez en América:
el llanto es el agua que la baña.

Están matando a los hombres,
están matando a la gente,
están borrando los nombres
ocultos en cada frente.

Pero no pueden matar la esperanza, el amor, 
ese animalito que muerde fuerte
y hoy duerme en la prisión.

Pero no pueden matar las ganas de morir
por una tierra nueva, una bandera
donde empezar a vivir.

Lamentablemente parece 
que las desapariciones
son lo único que no desaparece.
Ellas conservan su vida
porque son hermanas de la muerte.

¿Creen que esta es otra historia?
-nos lavaron la memoria-
¿Creen que es una batalla diferente?
-nos oxidaron la mente.

El águila extiende sus alas,
nunca paró de volar,
incluso bautizaron como a un ave nuestra
a su laboratorio del mal.

Hace ya un mes de la protesta
y no hemos recibido una respuesta.
Un mes hace ya del estallido
y solo nos recordaron el olvido.

A pesar de la distancia, hoy todos somos uno,
aunque se callen las instituciones,
aunque los policías repartan sanciones,
tenemos que seguir al frente
con nuestras razones, con nuestras canciones.

Yo sé que no estoy allá:
me encuentro a mil kilómetros del mal,
pero también sé- porque los siento-
que no puedo ahora tomar asiento.

Tenemos que continuar luchando,
es nuestra única certeza,
debemos seguir amando
para que nuestro corazón empuje a unos cuantos,
para tumbar al duque y a toda la realeza.  

Lamentablemente parece 
que las desapariciones
son lo único que no desaparece.
Ellas conservan su vida
porque son hermanas de la muerte