No arrojo la toalla,
me despeño del ring anonadado
ante tanta miseria,
los jueces paniaguados
vociferan prepotentes y dolosos
sus podridas sentencias,
rivales impostados
vomitan por la lona sus consignas,
marionetas siniestras
que atacan por la espalda y te asfixian
enredado en sus cuerdas.
Combates de opereta
en los que siempre ganan los mafiosos,
combates asesinos
en los que siempre triunfan los bastrados,
cronometros trucados.
campanas que enmudecen si se tercia
¡está todo pactado¡ apuestas amañadas
y un público sediento de masacres
alienado y drogado..
Me meto en una tasca,
ahogo con el vino de la tierra
mis demonios, mis penas
y salgo iluminado a las callejas
nuevo, en busca de guerra.
me agarro a una muchacha
que en la esquina
sueña bajar bandera
y me pierdo entre unas sabanas mugrientas
esnifando miseria.
La vida es un combate de boxeo
Contra zombis sangrientos
Que pretenden arrastrarte a sus cubiles
Y roerte los huesos.
¡huye, escapa, no viajes
a sus antros de infierno
y despliega las alas de tu alma
hacia el séptimo cielo.