Clamo a la vida canciones suaves entre los ramales
románticos de la serenidad quimérica sin fin y tregua,
para adormecer mis nostalgias briosas y locas
cuando cierro mis ojos en medio de las noches apasionadas.
Noches largas cubren mis ojos cansados, cuando
el repaso del recuerdo abarca mi silencio,
tan indescriptible como el frio acero y supuesto
de la madre tierra soñadora muy preñada de vida fugas.
La vida cubre mis sueños entre minúsculos espacios vacíos
para relevar las inquietudes pactantes entre el canto y,
el amor frondoso vaciado por la inmensidad ante la
impaciencia solida del presente y el futuro.
Siento la gran presión del avance entre el tiempo y,
con el tiempo salido de la nada como aquella lágrima fría,
para resaltar las nostalgias resurgida de la mágica eternidad
la cual socava la aparición repentina del nuevo día.
Observo los rayos muy brillantes del sol
cuando florecen los ramales del amor y llenos de esperanzas,
para frotar mis manos entre esas aguas cristalinas
tan frescas como las suaves melodías del cielo y la tierra.
RIVAS JOSE
Barinas –Venezuela
27-05-2021