Urbasa se despierta sonriente
porque la primavera ya se extiende.
Ese verde manzana reluciente,
esa gran explosión que todo enciende
se apodera del bosque intensamente.
Le da vida, le da alma, le da duende.
.
El duende de primavera,
el intenso azul del cielo
y el misterio de la niebla
se citan en el subsuelo,
las entrañas de la sierra,
tejen fino y con su velo
dan color al Urederra
(agua bonita, en Euskera).