A la casa del árbol acudieron agitados
presurosos, Don Colibrí y Don Erizo
Llegaban con noticias importantes para
el bienestar de todos nosotros
Los Dragones vigilantes del tesoro
habían emigrado hacia el volcán, a
reponer su carga de fuego. Ahora sus
llamas no ardían violentamente
Las puertas del tesoro, estaban en
custodia de Doña Urraca, ella no
era muy peligrosa, pero su chirriar
tal vez llegara a oídos de los Ogros
Ni un instante lo dudamos y nos
lanzamos a la búsqueda del ansiado
tesoro. A las puertas de la cueva Doña
Urraca chirrió fuerte su advertencia
Nadie tomo en cuenta sus chirridos
Las palabras, caramba cuales eran las
palabras? Don Elefante barritó en mi
oido «Ábrete y la semilla»
Ábrete sésamo proclamé intensamente
como quien proclama un amor
verdadero. Las puerta ni un palmo
cedieron Quietas en silencio inmutables
Doña Urraca nos chirrió «Tontos, no
saben que la clave todas las semanas
es cambiada. Y con su chirriona risa
se paró en su árbol con su fea sonrisa
Doña Liebre me aconsejó «Los Ogros no
son tan listos No creo que sea muy difícil
acertar la nueva clave que moverá las
puertas
Ya que eres tan lista, todos la urgieron
di tu misma las palabras. Doña Liebre
sonrió, movió sus bigotes, tomó aire
y ... Ábrete ajonjolí exclamó ......
Milagro exclamamos al unísono, las
puertas se abren .Doña Urraca, ojos
exorbitados levantó torpe vuelo hacia
el volcán de los Dragones
Precipitadamente, atropellados a la cueva
entramos, allí en el medio por un único
rayo de Sol iluminada, estaba Ella. La
más bella, única en sus formas y colores
Con sumo cuidado la tomamos, Ella
agitó un pétalo agradecida. Ahora luce
esplendida, en nuestro jardín donde todos
compartimos su belleza
Flor de Amor la llamamos
De los Ogros, los Dragones y la fea
Urraca, y de todos los males que nos
rodean, su aroma y su belleza nos
protegen siempre
#PoetaUrbano