La tierra agradecida da sus frutos El campesino recibe un mal pago Trabaja duro no es ningún vago No son días de fiesta sino de luto La pulpa roja de la sandía Parece una triste hemorragia Parece obra de una luctuosa magia Esperamos de mañana un claro día Las ovejas y las cabras obedientes Comen con fruición la hierba y frutos sobrantes Los trabajadores del campo ya no son tolerantes Están convencidos de que hay que ser valientes La bolsa no entiende de sudores El personal sanitario es escaso Se adivina un triste ocaso Sobran charlatanes y faltan oradores