Vengo del encuentro furtivo con tu piel...
De la pasión hecha corazón
De la mirada eterna sin visos de perdón
Del encuentro caprichoso y el tiempo inacabado
De la duda resuelta y satisfecha
De la caricia mansa y oportuna
De los miedos que quedan encerrados en el cajón
Vengo de encontrar mi alma y mi suerte
Porque tú eres la mía
Y solo con eso quiero vivir.
- Rafael Blanco -