Sobre las turquesas aguas se asoma el sol por levante,
un despertar caribeño majestuoso y desafiante.
Volando sobre las cumbres planea un cóndor andino
es su vuelo portentoso de un aspecto libertino,
mientras en las densas selvas corre un río cristalino
formando un agreste delta cuando llega a su destino.
Cristóbal Colón absorto con el paisaje montano,
quedando el doce de octubre como el inicio cristiano.
Nuestro continente hereda la palabra fascinante
del singular castellano, lengua de un sabor genuino
que brilla en el pedestal hispanoamericano.