Hoy abrí las ventanas
de mi casa y mi alma,
hoy limpié los cristales
de mi vida y mi hogar
hoy bajé la escalera
y subí las persianas
hoy dejé que la brisa
me llenara de paz
¡Basta ya de esconderse
basta ya de ocultarse
de pudrirse en el zulo
del temor y el terror!
Hoy saldré a tromba abierta
al jardín, a la calle
Y cantando en el bosque
Limpiaré el corazón
De rencores, de miedos
De silencios pactados
De esa gris telaraña,
De ese sordo rumor
que corrompe el silencio
y nos pudre el cerebro,
¡hoy seré un hombre nuevo
Renaciendo al amor