Pastor de recuerdos
Desde el día de hoy, seré pastor de recuerdos,
debo cuidarlos, por ser el único patrimonio que cuento,
tengo que enseñarles, a sobrevivir en los empinados de los cerros,
por que el valle que nos correspondía, ya no es propio; es ajeno.
De aquellas praderas, floridas y pintorescas,
solo memorias han quedado y olvido le han sembrado,
pero aquí guardo la semilla, como algo sagrado,
sabiendo que vendrán tiempos mejores, los viviré esperando.
Así los días se vayan acumulando,
tengo calma, para pastorear mi rebaño,
estaré aquí, bajo este fabuloso y frondoso árbol,
el árbol de la esperanza, que sombra me está dando.
Aunque en cualquier momento, el cielo estará nublado,
se dará allá a lo lejos, detrás de los nubarrones,
un claro que puesto, será el perdón de mis errores,
los que en el juicio final, se entenderán entonces.
José Estrada