Quise capturar una rosa ,
asirla solo para mí.
Atraparla y cuidarla.
Busco su perdón,
pues la corté y marchitó,
la dejé marchar y con la luna ella se encontró.
Y las estrellas la guiaron,
al jardín de las buenas almas.
Entre ellas seguro que no hay ni existirá otra igual,
por que ella fue mía y de los afortunados por tenerla.
De tanto cómo amé a mi rosa,
apenas supe ni como amaba,
ya que la quise tanto,
que ni cuidarla fui capaz.
Allá en ese bello jardín,
estarás junto a tus flores de mil colores y plantas de muchas variedades,
cuidando de todos,
como siempre.
Como era y fue y es mi rosa.
No te puedo ver ,
pero te siento cerquita de mi ,
de todos los que te tenemos como la rosa más bella que hubo y habrá en la tierra y el cielo por siempre jamás.
Deseo que en tu jardín cuides también de mi.