Nunca es demasiado tarde, llegaste,
aunque con el paso de los días
tu antigua idea se fuera al traste,
planea tu desastre, traza tus guías.
El amor es pasajero, aunque,
creamos puede ser eterno,
es como un antiguo viajero
muestra de cuando en cuando, su terno.
Siempre se ama, incluso con odio,
pues, depende de la elección de la balanza
para que siempre, el primero, suba al podio
el resto, sin pensar demasiado, la mente lo lanza.
No es cuestión de tener esperanza,
un poco de confianza y algo de tesón,
nadie hay, que amor no tenga en danza,
elige aquello que, ¡placer! de a tu razón.