Llora el cielo en pleno verano;
es inevitable no pensar
que algún ángel sienta mi tristeza.
Pues hoy me pesa tu ausencia
y del mundo no quiero saber.
Que en un chubasco se vayan los problemas
y ojalá que esta vez nunca vuelvan.
Llora a mares mi nube preferida;
también sabe lo mucho que te extraño.
Quisiera ir a buscarte para ver si te encuentro
o caminar por donde alguna vez caminamos.
Pero se me ahogan las palabras sin poder decir más.
Se me ha inundado el corazón de tanto dolor.
Ahora ya no sé si son mis lágrimas
o esta tormenta de verano.
Tu recuerdo es un trueno en mi paraíso;
que me perturba a ratos como esta agua bendita
o maldita por hacerme recordar tu imagen celestial.
Lloran sin cesar mis ángeles
pero ahora ya sé
que es por mí.