Ben-.

De vacunas y endemoniados-.

Hay muchos inmunizados

y muchos endemoniados,

y de estos últimos, la pena no cuelga

sino de una miserable etiqueta

que a nada les llega, ni a una simple

condena en rebajas. Por eso

entran por las cárceles, como Pedro

por su casa, y salen y les regurgitan

como si se tratara del mismo Papa

de Roma. Por eso, digo yo,

que iguales, iguales, no somos ni seremos.

Porque a algunos les faltan vacunas

y a otros les sobran dineros-.

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